Neurofeedback en el Trastorno del Espectro del Autismo

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) describe una alteración del neurodesarrollo, que entre otras cosas, impacta en la manera en que un individuo puede relacionarse con su entorno e interactuar con otras personas. Los síntomas asociados con TEA generalmente se presentan muy temprano en el desarrollo infantil. Las principales áreas en las que los individuos experimentan dificultades son la comunicación social y la interacción social.

Se le llama Trastorno de Espectro Autista dado que el rango de dificultades y el grado en que una persona podría experimentarlos varían a lo largo de un continuo. Por ejemplo, algunas personas pueden participar lo suficiente en actividades de funcionamiento diario y llevar vidas relativamente típicas, mientras que otras personas pueden experimentar considerablemente más dificultades con el funcionamiento diario y enfrentar desafíos adicionales con el aprendizaje y la socialización, y como tal pueden requerir asistencia continua y terapia especializada.

¿Qué mejora el Neurofeedback?

El neurofeedback aborda áreas específicas de desregulación del cerebro. En relación con los TEA, el neurofeedback demuestra consistentemente que puede abordar los déficits centrales de un trastorno, mejorando la capacidad física y emocional de calmarse mientras mejora la capacidad de autorregular la información sensorial.

La información sensorial de los estímulos externos (p. ej., el entorno) llega a la médula espinal y, en última instancia, al cerebro (sistema nervioso central) a través de los nervios unidos a los ojos, la nariz, la boca / lengua, los oídos y la piel (sistemas nerviosos periféricos), que se transmiten información sobre regiones cerebrales específicas y redes clave asociadas responsables de interpretar la vista, el sonido, el tacto, el gusto y el olfato. El neurofeedback tiene como objetivo ajustar el cerebro amortiguando la entrada y la actividad sensorial excesiva en las áreas específicas del cerebro que se analizan en detalle a continuación:

Entrenando el lado derecho del cerebro:

  • Puede reducirse el comportamiento hiperactivo y mejorarse la integración sensorial (mayor comprensión del mundo y mayor conciencia social), la calma corporal y la conciencia corporal.

Entrenamiento en frontal derecho:

  • Pueden mejorar la ira, los arrebatos emocionales y la expresión emocional general (p. ej., comunicación emocional adecuada).

Entrenamiento en frontal izquierdo:

  • Se pueden hacer cambios en la atención y los síntomas obsesivo-compulsivos.

La terapia de neurofeedback proporciona una opción de tratamiento interesante y factible para, posiblemente, uno de los trastornos más difíciles de tratar, el trastorno del espectro autista. Usando una serie de divertidos juegos para enseñar a las personas a obtener un mejor control sobre su propia actividad cerebral, uno puede inducir mejoras significativas en su propia estabilidad emocional, y se demuestra que es efectivo tanto en niños como en adultos.

El neurofeedback aborda sistemáticamente las conexiones neuronales disfuncionales en el cerebro y, por lo tanto, potencia la formación de redes nuevas y más fuertes. No obstante, son necesarios unos requisitos mínimos para aplicar neurofeedback: permanecer sentado durante la sesión y seguir las instrucciones dadas por el terapeuta, y no presentar conductas incompatibles como quitarse los electrodos. Para valorar estos aspectos será necesaria una evaluación por parte de nuestro equipo.

Investigaciones

Puedes acceder a un listado de investigaciones en este enlace.

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